La psicología relaciona las extremidades frías con problemas a la hora de tomar de decisiones y avanzar en la vida, Cuando hace frío durante el invierno podemos comprender que las extremidades “se congelen” pero, ¿por qué en verano sigo teniendo las manos y pies fríos? Lee este artículo para responder a esta pregunta. Te adelantamos que una de las causas es la mala circulación de la sangre.
Manos y pies fríos los 365 días
No se entiende muy bien por qué puede pasar esto. El resto del cuerpo está caliente, transpirado, quizás sufriendo los días de verano con mas de 35 °C. ¿Qué ocurre con los pies y las manos, que están tan fríos como si los hubiéramos puesto en un recipiente con cubos de hielo?
La razón a este problema se encuentra en la circulación sanguínea. En determinadas condiciones, la sangre que se dirige a los pies y a las manos (más precisamente, a los dedos), se retira, por lo que las extremidades se enfrían y hasta se vuelven insensibles.
Cuando estamos en invierno es fácil inferir por qué ocurre esto, ya que el frío se instala y parece no querer salir de los ambientes (ni hablar en el exterior). Pero, en verano o cuando hace calor, no es muy lógico. Además de los problemas circulatorios ya nombrados y que luego detallaremos, también puede deberse a una dieta baja en calorías o, en casos más graves, a enfermedades cardíacas.
“No comprendo. Si estoy sano, estamos en primavera o verano, como bien, hago deporte… ¿entonces por qué se me enfrían tanto las manos y los pies y uso calcetines en julio?”. Bueno, esto puede ser una llamada de atención o señal que te está dando el cuerpo porque algo no está funcionando como debería.
Es bueno saber que tanto los pies como las manos son la parte final de dos zonas muy importantes del cuerpo: el tronco y las piernas. Son el contacto más importante entre lo interno y lo externo, lo primero que se mueve al querer tomar una cosa o movernos.
Como ya se dijo antes, la mala circulación es la causa principal desde el punto de vista orgánico. Puede que por tu postura o trabajo diario la sangre no pueda llegar correctamente a las extremidades, por ejemplo. Otras razones son el estrechamiento de los vasos sanguíneos, la baja tasa metabólica y la hipotensión arterial (presión baja).
¿Por qué otras razones se enfrían las extremidades?
Podríamos entonces añadir un factor más al enfriamiento de manos y pies. ¡El emocional! ¿Cómo es eso? Ahora te lo explicamos en detalle.
Si solemos padecer de extremidades congeladas todo el año es porque nuestro cuerpo entra en una disyuntiva entre avanzar o retraerse. Para que se entienda mejor, tenemos ganas de hacer alguna cosa, pero por una causa que quizás no conocemos, nos frenamos antes de avanzar.
Si por ejemplo, queremos comprar un chocolate en el mercado y nuestra mente nos avisa de que estamos a dieta o bien de que el precio es muy elevado para nuestro presupuesto, entonces, automáticamente llevamos la mano hacia atrás. Esto es traducido por el cuerpo como “detengan la circulación en esa zona”.
En el ámbito de la psicología se estudia la relación entre los problemas de avanzar en la vida y las extremidades frías. Si no podemos dar un paso adelante para comenzar a estudiar, madurar, formar una familia, ir hacia donde queremos, etc., el organismo recibe la orden de no enviar sangre a los pies.
Si deseamos abrazar, acariciar a tomar de la mano a alguien y no nos animamos, si nos privamos de hacer lo que queremos, si miramos pero no tocamos… Entonces, las extremidades superiores estarán más frías que un iceberg.
Detectar manos o pies fríos es fácil. Pero lo que es un poco más difícil es comprender por qué o relacionarlo con un problema emocional. Seguramente se deba a que hay algo que está interfiriendo entre lo que sientes y lo que haces o dices.
¡Es momento de actuar y de que nada te prive de disfrutar de la vida! ¡No te guardes ningún sentimiento! Ni tus manos ni tus pies han de echarse para atrás. Sigue avanzando y verás como, a partir de ahora, dejarán de estar tan frías cuando haya 40 °C en la calle.
¿Cómo evitar manos y pies fríos?
En el caso de que el problema sea sanguíneo, puedes aprovechar las bondades de los siguientes remedios naturales para calentar las extremidades:
Jengibre
Tiene la capacidad de acelerar el metabolismo en general, evitar las molestias estomacales, mejorar la circulación de la sangre, aliviar los dolores musculares y aumentar la temperatura del cuerpo. Bebe un té hecho con:
- 1 cucharadita de ralladura de jengibre
- 1 taza de agua hirviendo (250 ml)
Canela
Tiene la capacidad para calentar el estómago, eliminar los dolores o molestias digestivas, aumentar la temperatura en los órganos internos, mejorar el flujo sanguíneo, aliviar dolores y eliminar la sensación de frío en manos y pies. Espolvorea canela en el café, cremas, postres, etc.
Gingko Biloba
Es un vasodilatador excelente que estimula el calor en las extremidades, facilita la circulación (sobre todo, cerebral) y mejora la claridad mental. Se puede consumir en forma de pastillas, que se venden en las casas naturistas, por ejemplo.
No olvides además hacer ciertos ejercicios para poner en movimiento tus manos o pies. Muévelos de formar tal que no permanezcan en la misma posición durante mucho tiempo. Una buena técnica es girar tobillos y muñecas mientras se mueven los dedos.
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